Otra vez pasa tiempo sin volver. Quiero, deseo, necesito volver casi a diario, pero como le dije a alguien: el tiempo se me enreda entre las piernas. A veces me tira hacia delante y me doy de morros. Otras me aligera para llegar y casi siempre me tiene en movimiento, sin parar…sin parar para volver.
Muchas cosas en mi mente-corazón. Ganas de abrir y de contar. Y otra vez las dos y media de la mañana sin haber parado en todo el día, sabiendo que tengo que descansar porque mañana también mil cosas, y a la tarde el teatro, la función, «mi Madalena».Cualquier día tengo que hacerle un homenaje a esta mujer, a este personaje que lame mis tristezas cada día que piso el escenario. ¡Es tan divertida, tan absurda, y tan dulce!Ay, Madalena cuánto me ayudas, cuánto ayuda a Carmelilla!
Pues eso, otra vez las piernas enredadas en el tiempo y ahora lentas por la hora y el cansancio.
Prometo hacer un pacto con él esta semana y volver aquí, para «abrir» tanto como tengo desde hace rato que airear.
Me disculpen y buenas noches.